La red topográfica es un complemento a la red geodésica. Esta red es un conjunto de punto ubicados en la superficie terrestre en los que se determina su posición geográfica diferencial (latitud, longitud y elevación). Para densificar esa red geodésica se utiliza la red topográfica.
Los trabajos cartográficos, fotograméticos o las obras de ingeniería necesitan de puntos con coordenadas conocidas en los que apoyarse y garantizar el éxito de una ejecución. Estos puntos se denominan vértices y el conjunto de ellos es una red topográfica o red básica.
La red geodésica es fundamental para crear sistemas de referencia geodésicos (un recurso matemático que permite asignar coordenadas a puntos sobre la superficie terrestre). Estos sistemas son utilizados en geodesia, navegación, cartografía y sistemas globales de navegación por satélite para la correcta georreferenciación de elementos en la superficie terrestre. De ahí la importancia de diseñar unas redes topográficas lo más exactas posibles.
Diseño de una red topográfica
A la hora de diseñar un red topográfica lo primero que hay que hacer es la preselección de vértices en la zona de trabajo. Su diseño depende de tres factores:
- El trabajo que se quiere realizar.
- El terreno donde deba establecerse
- Coste del proyecto.
Ese diseño puede hacerse estimando la geometría sobre la cartografía existente o recurriendo a estudios de diseño óptimo. Estos estudios consisten en la localización óptima de puntos de la red, en función del tipo de medidas y del número de observaciones. Con ellas se plantea una ecuación por cada observación y se obtiene la variación de coordenadas y la presión final del ajuste mínimo cuadrático.
Así se crea un diseño previo de la red topográfica que después hay que comprobar sobre el terreno. Con esa comprobación se realiza una corrección a ángulos observados, fundiendo observaciones de distintas vueltas de horizonte en cada estación y con la reducción de estaciones excéntricas. También se realiza una corrección a distancias observadas (corrección atmosférica y reducción al horizonte y a la proyección). A estas comprobaciones se une la determinación de una tercera coordenada, la altura sobre el Geoide (la forma teórica de la Tierra determinada por la geodesia, en la cual se toma como superficie teórica el nivel medio de los mares).
Compensaciones topográficas
Cuando ya se tienen todos esos datos hay que realizar las compensaciones. Estas se pueden hacer por figuras o por GPS. La primera exige conocer unas coordenadas iniciales de todos los puntos, tanto los estacionados como los observados, independientemente de que la red haya sido observada por triangulación, trilateración o poligonación.
Por su parte las compensaciones con GPS proporcionan coordenadas cartesianas tridimensionales o coordenadas geodésicas. Hay que planificar las sesiones para la medición teniendo en cuenta diversos factores como el número de satélites, la geometría de la constelación, la actividad de la ionosfera, las obstrucciones físicas o electromagnéticas en los puntos…
Con todo ello se diseña una red topográfica del terreno de gran precisión. La utilidad de las redes topográficas radica en la cantidad de información que ofrecen sobre el territorio, además del valor que aportan a organismos oficiales, institutos geográficos, empresas de servicios y de ingeniería o profesionales de la cartografía entre otros.
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