Durante la II Guerra Mundial las batallas no se libraban solo sobre el terreno. Los laboratorios eran otro punto estratégico de primer nivel. En ellos se estudiaba la composición del material militar enemigo incautado para descifrar sus secretos y ver cómo estaba construido. ¿El objetivo? Conocer cómo se habían diseñado esas máquinas para crear las suyas propias más potentes y, a la vez, buscar puntos débiles para conseguir una mayor ventaja frente al bando contrario. Así nació la ingeniería inversa.
A diferencia de la ingeniería habitual, la ingeniería inversa toma un objeto o una pieza y de ella se obtiene detalles como su composición, funcionamiento y su manera de interactuar con otras piezas. Eso permite entender ese objeto de una manera integral y contemplar posibles mejoras estéticas, funcionales y estructurales. Además, la ingeniería inversa ofrece la posibilidad de crear un modelo 3D de una pieza que no dispone archivos CAD previos o cuyo original se ha modificado. Este proceso ahorra tiempo y costes. Las dimensiones que son necesarias se capturan rápidamente y están disponibles de inmediato para que el diseñador pueda realizar su trabajo. También incrementa la calidad en los procesos de diseño.
Suele utilizarse principalmente por los siguientes motivos:
- No hay documentación o es insuficiente.
- El modelo CAD original es demasiado antiguo o no contiene datos precisos.
- El fabricante original ya no existe o no produce el producto.
- Identificar las desviaciones respecto al prototipo y así mejorar la calidad y reducir los tiempos de desarrollo del producto.
- Ya no se fabrican los recambios.
Las aplicaciones de esta técnica son muy variadas. Por ejemplo, en el campo de la ingeniería industrial ofrece múltiples posibilidades para mejorar los productos, modificarlos en beneficio de la producción o identificar las posibles violaciones de una patente. Para ello es clave el uso de tecnologías de escáner 3D, así como de sistemas CAD o CAM. Mediante el escaneado de la pieza original se obtiene una nube de puntos que, gracias al software CAD, genera un modelo en 3D. Este modelo permite modificar el objeto, analizarlo y adaptarlo a las nuevas necesidades.
La captura de datos que realiza el escáner 3D garantiza una precisión milimétrica. Así se consigue reducir costes por imprevistos y errores (tanto en la fase de diseño como en la de construcción). Además, permite realizar un control de la calidad de cada pieza industrial que se precise y, como se pueden comparar los diseños con los productos fabricados, se garantiza que ese producto se ajuste a las necesidades. A ello se une que, gracias a la flexibilidad del escáner 3D. Se pueden escanear desde objetos pequeños, como un tornillo, a objetos de grandes dimensiones.
Además, la ingeniería inversa permite la posibilidad de contar cles. Estos evitaran grandes stocks de piezas de recambio en los complejos industriales, facilitando y abaratando las tareas de mantenimiento. Así, se abre la puerta a una producción bajo demanda, que podrá ser atendida en pocos días.
Desde Global Mediterránea & Geomática ofrecemos servicios de Escáner 3D aplicado a la ingeniería inversa. Con este servicio conseguirá una gran precisión y calidad en el escaneado y parametrizado de piezas industriales para reproducción o análisis de producción en su empresa.
